Tuesday, November 2, 2010

saber perder

El deseo trabaja como el viento. Sin esfuerzo aparente.Si encuentra las velas extendidas nos arrastrará a velocidad de vértigo. Si las puertas y contraventanas están cerradas, golpeará durante un rato en busca de las grietas o ranuras que le permitan filtrarse. El deseo asociado a un objeto de deseo nos condena a él. Pero hay otra forma de deseo, abstracta, desconcertante, que nos envuelve como un estado de ánimo. Anuncia que estamos listos para el deseo y sólo nos queda esperar, desplegadas las velas que sople su viento. Es el deseo de desear.
D. Trueba, Saber perder.

2 comments:

  1. ¿de Trueba?, bueno, si es de él no es tuyo.

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  2. querida... qué bien que postees desde la distancia, y que coincidamos en tiempos y espacios, esta es mi cita de hace unas semanas de la Maillard
    "No te equivoques: lo importante no es el objeto en el que proyectas tu energía; lo importante es ella misma. Ella es lo que arde. El objeto es la excusa que, en la ilusión de la diferencia, necesitamos para el trayecto"

    el deseo de desear
    vesos

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